HISTORIA MEDIEVAL Y MODERNA DE LOS VILLAAMIL

La Alta Edad Media

En la Alta Edad Media los ascendientes de los Villaamil estaban ya radicados en Serantes. Así Tructinio Feliz, un importante terrateniente del occidentre de Asturias, fundó el monasterio de herederos de Serantes en el s. X.

La implantación territorial de la iglesia estaba subordinada y bajo el control de la nobleza fundadora y propietaria de los monasterios de herederos que más tarde, a partir del s. XII, se transformarían en iglesias parroquiales.

 

En el s. XI el conde Rodericus Velaz, Petrus Velaz y Alvarus Velaz (abuelo del primer Bartolomé Yáñez de Villaamil y de Fernando Yáñez) eran tataranietos de Tructinio Feliz y habitaban en la fortaleza de Orbelle (en el actual Villamil en Serantes) y el castillo del Honor del Suarón (en el actual Piantón, en Vegadeo).

En el Libro de Registro del monasterio de San Juan Bautista de Corias (Cangas del Narcea) consta una donación realizada por Petrus Velaz en el año 1086 antes de ingresar como monje en el monasterio.

En la relación de bienes donados por Petrus Velaz además de varias heredades en la actual Santa Gadea (de las que se dice en el documento de donación que están en Villamil) y de tres yuguerías, se incluyen también algunos siervos que no figuran en la donación como vinculados a las tierras donadas.

 

Centros de poder feudal y eclesiástico del Honor del Suarón y el Honor de Grandas anteriores al s. XII. Coordenadas UTM. Datum ETRS89. Huso 29N.


Según Raúl González González este tipo de siervos no estaban vinculados a la propiedad de la tierra, y eran una propiedad más del señor feudal que podía venderlos, donarlos o hacer lo que considerase o le viniera en gana con ellos. Se trataba realmente de una relación de esclavitud pura y dura, que estuvo muy generalizada entre los siglos IX y XIII en el reino asturleonés al norte de la cordillera Cantrábrica (parece que en el territorio del mismo reino al sur de la coordillera y en la meseta no fue algo tan generalizado, si bien también existió).

De modo que parece que en los siglos X y XI el poder feudal de los antepasados de los Villaamil sobre los habitantes de sus tierras y aldeas habría sido de una dureza extrema, como la de todos los señores feudales asturianos. Y esta situación habría continuado hasta el s. XIII, en época ya de los Villaamil de la casa solariega.

Según Jesús Fernández Suárez, al avanzar la reconquista la nobleza rural asturiana experimenta un progresivo alejamiento de la corte, según esta se traslada desde Oviedo (reino de Asturias) hasta León, y más tarde al reino de Castilla. Así mientras en los siglos X y XI o incluso el XII existía en Asturias una nobleza rural fuerte con amplios patrimonios en el ámbito del reino y gran poder público, a partir del s. XIII el alejamiento de la corte provocó que aquellas familias nobiliarias que no modificaron su área de influencia quedaron excluidas de las grandes campañas militares de la reconquista y de los altos cargos del gobierno y la administración real, lo cual derivó en una merma en sus ingresos vía privilegios y donaciones regias.

Aparece una diferenciación entre la alta nobleza, que mantiene su influencia y participación en la corte del rey pero que está cada vez más alejada y desvinculada del territorio cuyo dominio feudal le corresponde; frente a la baja nobleza que permanece en el territorio, pero carece de presencia e influencia en la corte. La alta nobleza delegó el ejercicio de sus funciones feudales, especialmente la recaudación de impuestos, en la baja nobleza. Lo mismo hizo la iglesia con la recaudación de diezmos e impuestos parroquiales, que eran recaudados por la baja nobleza vinculada a la fundación de cada iglesia parroquial. En ocasiones, existían vínculos familiares entre la alta nobleza y la baja nobleza en que se delegaban las funciones señoriales. En el s. XII este es el caso de los Villaamil (baja nobleza rural) con los señores feudales del Honor del Suarón (alta nobleza), ya que Álvarus Velaz (abuelo del primer Bartolomé Yáñez de Villaamil y de Fernando Yáñez) era hermano del conde Rodericus Velaz, señor del Honor del Suarón.

 

La Baja Edad Media

En el s. XII se producen cambios productivos, económicos, sociales y políticos a escala europea de tal importancia que determinan el final de la Alta Edad Media y el comienzo de la Baja Edad Media. Entre estos cambios del s. XII podríamos citar (además de la aparición del arte gótico en Francia en detrimento del románico):

  • Invención e implantación del arado de vertedera (que voltea la tierra, invirtiendo los horizontes superiores del suelo y mejorando su aireación y capacidad de retención de agua), y la collera (que permitía sujetar caballos a arados y carros). Se trata de importantes mejoras tecnológicas en los aperos agrícolas que supusieron un importante aumento del rendimiento y productividad de las labores agrarias.
  • Por primera vez la producción agrícola permite alimentar a una cantidad de población sustancialmente muy superior a la necesaria para cultivar la tierra y criar el ganado. Este excedente de producción agraria provoca un gran aumento del comercio y permite una fuerte potenciación de los burgos y ciudades frente al mundo rural.
  • Final del feudalismo: pérdida generalizada de poder de la nobleza, aparición de la burguesía y fortalecimiento del poder del rey. Como consecuencia de todo lo anterior.

A partir del s. XII en la comarca de Entrambasaguas comenzó un progresivo fortalecimiento del poder de la iglesia en detrimento del de la nobleza. La donación del Honor del Suarón al obispado de Oviedo en 1154 se podría considerar el inicio de este proceso, si bien los obispos de Oviedo mantuvieron la encomienda del Honor del Suarón y del castillo del Suarón de Presno al mismo linaje feudal que lo ostentaba anteriormente durante unos dos siglos más. Los linajes nobiliarios de la comarca se asentaron en aquellos lugares donde tenían más propiedades, dando lugar a una articulación expresa entre parentesco y espacio formando lo que se ha venido a denominar topolinaje. La familia Villaamil es un buen ejemplo de estos topolinajes, tanto el tronco principal de la casa solariega como los troncos de las casas de Acevedo, Las Nogueiras y Lindoy.
En el s. XII, en época de Bartolomé Yáñez de Villaamil, los primeros Villaamil de la casa solariega constituyen un linaje nobiliario, ejerciendo poder feudal de manera efectiva y con una participación activa en las empresas militares y la reconquista. Así Fernando Yáñez, hermano de Bartolomé, participó en la guerra de La Limia (1137-1141) contra Afonso Henriques de Portugal y en la campaña de la conquista de Almería (1144-1147), lo que le permitió ascender en la corte de Alfonso VII, de quien recibió importantes tenencias como recompensa a sus serivicos. Y el propio Bartolomé obtuvo un privilegio de inmunidad otorgado por Alfonso VII en recompensa a la participación y fallecimiento de su hijo Félix en las campañas militares del rey.

La fundación de la casa solariega de Villaamil

La fundación de las pueblas de Roboredo y Castropol y el fuerte aumento poblacional de la comarca en el s. XIII están asociados indudablemente a estos cambios y procesos anteriores. Sin embargo, desconocemos de qué modo afectó todo ello de forma concreta a los Villaamil; si bien, parece claro que les afectaria negativamente como al resto de la nobleza rural. Sí tenemos información sobre algunos hechos históricos concretos que pudieron haber influido en la decisión de Bartolomé Yáñez de Villaamil de adoptar como lugar de residencia la casa solariega y abandonar la fortaleza de Orbelle:

  • En el siglo XII se produjo una disminución de los ataques de piratas vikingos a las costas cantábricas. Y es probable que con la desaparición del feudalismo, desaparecieran también los ataques y enfrentamientos entre nobles con sus ejércitos. Este aumento de la seguridad respecto a épocas anteriores, podría empujar a los Villaamil a abandonar la antigua fortaleza para instalarse en una casa más confortable.
  • En 1154 Alfonso VII dona el Honor del Suarón al obispado de Oviedo. Este hecho podría haber supuesto alguna pérdida de derechos o privilegios feudales a Bartolomé Yáñez de Villaamil, que en 1140 había recibido un privilegio de inmunidad —que en su naturaleza jurídica era equivalente a un señorío— otorgado por Alfonso VII. Esta pérdida de poder podría haber conllevado la imposibilidad de utilizar la fortaleza de Orbelle, o bien la falta de necesidad de residir en ella.

A partir del s. XII la presencia de la casa solariega de los Villaamil en el lugar hasta entonces llamado Orbelle, habría motivado que desde ese momento el lugar o barrio empezara a ser conocido como Villamil.

Por otra parte, la donación del señorío feudal del Honor del Suarón al obispado de Oviedo en 1154 por parte de Alfonso VII pone de manifiesto que con anterioridad a dicha donación este territorio era un señorío de realengo, y no un territorio de behetría.


La participación de los Villaamil de la casa solariega en la reconquista y las campañas militares del rey

Entre los siglos XII y XV, según diversas fuentes, fueron varios los miembros de la familia Villaamil de la casa solariega que combatieron en la reconquista y en campañas militares del rey:

  • Fernando Yáñez (antes de 1112, después de 1157) —hermano del primer Bartolomé Yáñez de Villaamil— era tenente y tenía los derechos de pontazgo de Puente Sampayo, en la ría de Pontevedra. Tuvo una participación importante en la guerra de La Limia de Alfonso VII contra Afonso Henriques de Portugal. Y posteriormente, entre 1144 y 1147, participó en la camapaña militar de Alfonso VII contra los almorávides, llegando hasta Almería. La recompensa de Fernando Yáñez por su servicio a la corona fueron varios feudos o tenencias:
    • La Limia
    • Maqueda y Talavera, que defendían los accesos a la antigua ciudad de Toledo.
    • El castillo de Montoro en el río Guadalquivir en el extremo sur del reino.
  • En el año 1140 el primer Bartolomé Yáñez de Vilaamil obtuvo un privilegio de inmunidad otorgado por el emperador Alfonso VII en recompensa a la participación y fallecimiento de su hijo Félix en las campañas militares del rey. En el privilegio se menciona la muerte de Félix en el campo de batalla. Por la fecha en que fue concedido el privilegio, es posible que falleciera en la campaña militar de Alfonso VII en 1138 contra los almorávides hasta Úbeda, Baeza y Andújar, o tal vez en el asedio y rendición por hambre y sed del castillo de Oreja en 1139. Aunque parece más probable que muriera acompañando a su tío Fernando y a sus primos Pelayo Curvo y Varela en la guerra de La Limia (1137-1141) contra Afonso Henriques de Portugal.
  • En 1212 el tercer Bartolomé Yáñez de Villaamil luchó en la batalla de Las Navas de Tolosa según las genealogías publicadas por José Manuel Trelles entre 1736 y 1739 y por Miguel García Teijeiro en 1912.
  • Entre 1247 y 1248 hubo un Bartolomé Yáñez de Villaamil que participó en la conquista de Sevilla según la lápida del Palacio de las Nogueiras. Por las fechas es probable que se trate del cuarto o del quinto Bartolomé Yáñez de Villaamil. En esa campaña militar tuvieron una actuación importante los marinos asturianos bajo el mando del capitán avilesino Rui Pérez. Si bien desconocemos totalmente los hechos de la supuesta participación de Bartolomé Yáñez de Villaamil en dicha batalla.
  • En 1340 Fernando Álvarez de Villaamil —V-8— participó en la batalla del Salado según algunas fuentes. Un año antes, en 1339, el rey Alfonso XI le había otorgado una confirmación del privilegio de inmunidad otorgado en 1140 por Alfonso VI a su antepasado el primer Bartolomé Yáñez de Villaamil.
  • A finales del s. XIV Árias Fernández de Villaamil —V-11— participó en las guerras del reino de Castilla contra Portugal según las mismas fuentes.
  • Y en 1445 Fernando Álvarez de Villaamil —V-12— habría participado en la batalla de Olmedo.




Escudo histórico de los Villaamil consistente en un caballero con armadura plateada situado en lo alto de un castillo (la fortaleza de Orbelle) y portando una cruz en una mano y una espada en la otra. Este blasón aparece dentro del escudo de Tapia de Casariego, y hace referencia a la participación de los Villaamil medievales en la reconquista, entendiéndola como una cruzada o guerra de religión.

La información sobre Fernando Yáñez procede de la Historia Compostelana, la Chronica Adefonsi imperatoris y el Prefatio de Almaria. Y la de Félix Yáñez de Villaamil del privilegio de inmunidad del año 1140. Estas fuentes se pueden considerar fiables. Sin embargo, las informaciones sobre la participación tanto del tercer como del cuarto o el quinto Bartolomé Yáñez de Villaamil respectivamente en la batalla de Las Navas de Tolosa y en la conquista de Sevilla proceden de fuentes secundarias muy posteriores a los hechos. Aunque nos consta que los Villaamil del Palacio de las Nogueiras que en 1725 redactaron la lápida del Palacio de las Nogueiras —Bernabé, Baltasar José, Francisco Antonio, Mariana, Marcos y José Villaamil y Logares— tuvieron acceso al archivo documental de la casa solariega. Concretamente, existen evidencias de que tanto Baltasar José y Francisco Antonio Villaamil y Logares como su padre Arias Fernández de Villaamil tuvieron acceso al archivo.

Desconocemos de qué fuentes procede la información sobre la participación de los Villaamil en las batallas del Salado y de Olmedo, respectivamente en 1340 y 1445, así como también la participación en las guerras contra Portugal de finales del s. XIV.


Fundación de Serantes de Arriba y de la casa de Acevedo

Como resultado del aumento del rendimiento de los trabajos agrícolas y ganaderos, a finales del s. XIII se produce un fuerte crecimiento demográfico en la comarca. Las aldeas y caseríos existentes se saturan de población, y la comarca alcanza su máxima población histórica. Sin embargo, las tierras de labranza y de pasto disponibles en estas antiguas aldeas permanece constante. La iglesia, y en menor medida también la nobleza, deciden fundar nuevas aldeas y asentamientos para poner en producción terrenos incultos y de bosque que poseen en zonas más montañosas y alejadas de la costa, a las cuales se trasladan jóvenes procedentes de las antiguas aldeas que obtienen condiciones más ventajosas que en las antiguas aldeas para arrendar a la iglesia los nuevos terrenos que tienen que talar, desbrozar y roturar para poner en producción agrícola y ganadera. En estas nuevas aldeas se crean nuevas feligresías y parroquias que mantienen su vinculación con las parroquias de las que proceden los nuevos colonos.
De este modo se crea la feligresía de Çima o Serantes de Arriba, que junto con la feligresía de Baxo o Serantes de Abajo (la hasta entonces parroquia de Serantes) pasa a conformar la nueva parroquia de Serantes, pese a la lejanía entre ambas feligresías, separadas entre sí por varias parroquias. Posteriormente, Serantes de Abajo y Serantes de Arriba serían dos parroquias independientes.
A finales del s. XIII o principios del XIV un hijo de Alonso y hermano de Gonzalo Álvarez de Villaamil (señores de la casa solariega de Villaamil) llamado Juan Álvarez de Villaamil o Juan Álvarez de Acevedo, se traslada a vivir al lugar de Acevedo, situado en Serantes de Arriba, fundando la casa de Acevedo. Varios siglos más tarde, los Acevedo se trasladaron a una nueva casa en Brul. De esta casa de Acevedo en Brul no quedan restos conocidos.


Concejo y alfoz de la puebla de Roboredo

Entre 1270 y 1272, por iniciativa de la nobleza rural y con consentimiento del obispado se funda la Puebla de Roboredo, que se convierte de manera efectiva en capital económica, social y administrativa de la comarca. La creación de la puebla va asociada a la aparición de artesanos y una incipiente burguesía, todo ello de la mano de una mayor diversificación económica y un aumento del comercio. Los cargos concejiles y administrativos de la puebla fueron copados por la baja nobleza rural.

A partir de de la creación de la Puebla de Roboredo entre 1270 y 1272 se deja de utilizar el término Entrambasaguas para referrirse a la comarca, y se empieza a utilizar el de Concejo y alfoz de la Puebla de Roboredo. A partir de 1272 desaparece también la utilización del término Honor del Suarón, y parece que fue entonces cuando el obispado puso fin a la delegación de su poder feudal en los señores feudales del Honor del Suarón, el último de los cuales fue Gonzalo Menéndez, tenente honor de Suarone pro terra de mano episcopi.

 

Concejo y alfoz de la puebla de Castropol

En vista de la autonomía que la Puebla de Roboredo va adquiriendo frente al poder feudal del obispado, en 1298 el obispo de Oviedo ordena su abandono y clausura, y su sustitución por la Puebla de Castropol de nueva creación, si bien era un lugar ya habitado con anterioridad.

Se produce una fuerte oposición a esta decisión del obispo. Alonso Álvarez de Villaamil —V-6—, señor en aquel momento de la casa solariega, participó en la represión manu militari de las protestas. A partir de 1298 la antigua comarca de Entrambasaguas es denominada Concejo y alfoz de la Puebla de Castropol.

 

En 1339 Fernando Álvarez de Villaamil —V-8—, señor de la casa solariega de Villaamil, recibe del rey Alfonso XI una confirmación del privilegio de inmunidad otorgado en 1140 por Alfonso VI a su quintabuelo el primer Bartolomé Yáñez de Villaamil.

En 1368 el obispo de Oviedo realiza una encomienda de la Tierra de Ribadeo (es decir, del señorío eclesiástico del concejo de Castropol) a la familia Osorio. El encomendero era una especie de gobernador en quien delegaba su poder el señor feudal. El castillo del Fiel, que se encontraba en Castropol, era la sede de los encomenderos. 

En 1378 se produjo un conflicto entre el obispo de Oviedo y el encomendero Álvaro Pérez Osorio. La tradición popular habla de una batalla sangrienta entre los partidarios y los contrarios al obispo en el lugar de Becharro —cerca de Piñera, al sur de la antigua Puebla de Roboredo—, que ganaron los contrarios al obispo. Esta batalla se ve corroborada por un documento del año 1381 por el cual se establece la paz entre ambos bandos mediante una amnistía concedida por el obispo de Oviedo a los homicidios cometidos por ambos bandos.

Debido a la quema de la mayor parte del archivo municipal y la sustracción de documentos hay un vacío documental entre 1381 y 1518, casi 150 años, sobre el antiguo concejo de Castropol.



Edad Moderna y Edad Contemporánea

Debido a la mencionada quema de la mayor parte del archivo municipal y la sustracción de documentos, no hay ningún conocimiento sobre los cargos municipales en el concejo de Castropol hasta 1523.

En 1523 Ares Fernández de Villaamil (¿?-1559) —V-14—, señor de la casa solariega de Villaamil, ocupaba el cargo de procurador general del concejo y vecinos de la villa de Castropol. Y en calidad de tal, el 10 de julio de dicho año interpuso un recurso en Castropol contra las ordenanzas dictadas por el obispo de Oviedo para el concejo de Castropol por considerarlas injustas y atentatorias contra las costumbres y libertades públicas. Estas ordenanzas del obispo reforzaban su poder feudal, y desencadenaron una fuerte oposición de los linajes hidalgos y terratenientes de la antigua baja nobleza de la comarca encabezados por Ares Fernández de Villaamil.

En 1530 el mismo Ares Fernández de Villaamil de la casa solariega de Villaamil consta como regidor de la villa y concejo de Castropol junto a Lázaro Pico y Juan Maxgues.

En 1560 Fernando Álvarez de Villaamil y Sotomayor (1505-1563) —V-15—, hijo del mencionado Ares Fernández de Villaamil, fue elegido cobre-elector por la circunscripción de Vegas de Bría junto a Ares Pardo de Donlebún. En esas mismas elecciones de 1560 Gómez Fernández de Villaamil «el Viejo» —probablemente el padre de Gómez Fernández de Villaamil «el Salinero» (1550-1617) que fundó el Palacio de Lindoy— es nombrado juez ordinario de la villa. Cargo que revalidó en 1566.

Es muy probable que desde antes del s. XVI los cargos electos de cobre-elector por la circunscripción de Vegas de Bría recayeran de forma sistemática en la casa solariega de Villaamil y la casa de Pardo de Donlebún.

En el s. XVI los usos y costumbres de los fueros del concejo de Castropol establecían que el obispo sólo tenía derecho a nombrar al alcalde mayor juez de alzadas, ya que por lo demás el concejo se gorbernaba por jueces ordinarios y ayuntamientos nombrados a su vez por los cobre-electores elegidos por los vecinos. Al alcalde mayor nombrado por el obispo no se le daba pensión hasta que no jurase y diese fianzas de guardar las ordenanzas, usos y costumbres del país. Por lo que el poder del obispo estaba bastante limitado, ya que el gobierno del concejo se encontraba en gran medida en poder de los vecinos. La antigua baja nobleza local acaparaba los cargos municipales. Correspondía a las siguientes quintas o circunscripciones elegir a dos cobre-electores cada una:
  • La villa de Castropol y sus feligresías. Incluía a las parroquias de Castropol, San Juan de Moldes, Seares, Presno, San Martín y Santaella (Santa Eulalia, en Presno).
  • Riberas de Armal. Comprendía El Franco, Boal e Illano.
  • Vegas de Bría. Esta circunscripción abarcaba desde el río Berbesa hasta el Porcía según el dicho «De Berbesa a Porcía son las Vegas de Bría». Y a ella pertenecía la feligresía de Serantes (actual parroquia de Serantes), además de las de Barres, Tol, Salave, Coaña, Trelles, Folgueras, San Estéban de Mántaras, San Martín de Montorolos (más tarde San Martín de Tapia), San Acisclo de Mare Mortuo (más tarde Valmorto), Santa María de Campos y Santa María del Monte.
  • Valdemiudes. Grandas con Pesoz y Salime.
  • La Vega y Taramunde. Parroquias de Piantón —en el actual Vegadeo— y Taramundi.
El puerto de Tapia (actual Tapia de Casariego) quedaba bajo dominio y propiedad del obispo de Oviedo.

Territorio de las Vegas de Bría, comprendido entre los ríos Berbesa o Fornelo (al oeste) y Porcía (el este) sobre la ortofotografía aérea del vuelo americano de 1956 y el relieve actual del IGN (por lo que se aprecian los movimientos de tierra de la autopista A-8, que no existía en 1956). Figueras no pertenecía a Vegas de Bría. Coordenadas UTM. Datum ETRS89. Huso 29N.



La fundación del Palacio de las Nogueiras

El primer dato histórico conocido sobre el Palacio de las Nogueiras es de en torno a 1587, cuando Ares Fernández de Villaamil (154x-1633) —LN-1—, que era descendiente del tronco principal de la familia de la casa solariega de Villaamil, se trasladó a vivir a la casa de Las Nogueiras, que ya existía con anterioridad. El volumen edificatorio, la estética arquitéctonica y la distribución con que llegó el edificio al siglo XX, no es anterior al XVIII. De hecho, parece que se construyó a partir de 1732 o 1735 por Baltasar José Villaamil y Logares (1671-1756) —LN-4—, integrando en la estructura del edificio varias edificaciones preexistentes.


La fundación del Palacio de Lindoy

El Palacio o Torre de Lindoy fue edificado por Gómez Fernández de Villaamil (1550-1617), conocido como «el Salinero», sobre la casa de sus padres Gómez Fernández de Villaamil (descendiente de los Villaamil de la casa solariega) y María López Acevedo (de la casa de Acevedo).


La participación de los Villaamil en la guerra de Sucesión

En 1701 se desencadenó la guerra de Sucesión a la corona de España. Y en 1703 la Junta del Principado aportó a los ejércitos de Felipe de Borbón un Tercio denominado en un principio Tercio de los 600 Infantes y más tarde Tercio de Asturias bajo el mando del maestre de campo Álvaro Navia-Osorio con el grado de coronel, que en aquel entonces era vizconde de Puerto y que más tarde heredaría el título de marqués de Santa Cruz de Marcenado.

Pedro Lorenzo Villaamil y Bolaño (1672-¿?) —V-19—, señor de la casa solariega de Villaamil, se alistó como capitán de una de las compañías. En el ejército usó el apellido Yáñez de Villaamil de sus antepasados medievales. La compañía de Pedro Lorenzo fue la última que se constituyó en Oviedo el 28 de enero de 1704.


La participación de los Villaamil en la guerra de la Independencia

En 1808 se había formado en el concejo un regimiento de infantería de línea que tuvo una actuación muy destacada durante toda la guerra de la Independencia, llegando a penetrar victoriosamente en Francia tras numerosas acciones por toda España. La oficialidad de ese regimiento se cubrió con voluntarios de familias de relevancia social del concejo, muchos de ellos pertenecientes a la carrera militar.

Fernando Villaamil y Oviedo —V-23—, dueño de la casa solariega de Villaamil, fue capitán en este regimiento. Fernando Villaamil y Oviedo estaba casado con Antonia María Cancio y Pérez Villaamil, hermana de Ramón María Cancio y Pérez Villaamil e hija de Ramón Pedro Cancio Bermúdez dueños del Palacio de las Cuatro Torres de Castropol y del Palacio de los Rodríguez de Cancio en Meredo.

También formaron parte de este regimiento Juan Francisco y el teniente coronel Antonio Maymó. En 1808 eran el capellán y el ayudante del sargento mayor del regimiento, Juan de Murias, respectivamente. Ambos eran tíos maternos de Ramona Lastra Maymó, esposa de Lino Villaamil y Sanjurjo —LN-7—, dueño del Palacio de las Nogueiras.


Declive y final del poder de la familia Villaamil

El apogeo del poder de los Villaamil lo constituye sin ninguna duda el privilegio de inmunidad que en 1140 le otorgó Alfonso VII al primer Bartolomé Yáñez de Villaamil y que dos siglos después, en 1339, le confirmó Alfonso XI a su descendiente Fernando Álvarez de Villaamil.

El primer acontemiento que podría haber supuesto una pérdida de poder para los Villaamil fue la donación del Honor del Suarón al obispado de Oviedo en 1154. Ya que hasta entonces este territorio había sido un realengo bajo el dominio feudal de los condes del Honor del Suarón que eran parientes de los Villaamil. Concretamente, del conde Rodericus Velaz (tío abuelo del primer Bartolomé Yáñez de Villaamil) y de su hijo, o tal vez nieto, Alvarus Rodriguez potestas in Gallecia et in Suarone. Aunque los sucesivos obispos de Oviedo mantuvieron la encomienda del Honor del Suarón a Alvarus Rodríguez y sus descendientes durante dos siglos más.

El primer dato que evidencia inequívocamente un decaimiento o pérdida del poder político y económico de la familia Villaamil es la concesión en 1368 por parte del obispado de Oviedo a la familia Osorio (señores de Villalobos y Castroverde, y que más adelante, a partir de 1465, tendrían también el título de marqueses de Astorga) de privilegios feudales sobre los diezmos y el derecho de presentación de la parroquia de Serantes.

Si bien los Villaamil conservaron parte de estos derechos (que a partir de entonces compartieron con los Osorio, a razón de un cuarto y medio para los Villaamil y dos cuartos y medio para los Ososrio), parece que los nuevos derechos concedidos a los Osorio constituyeron una auténtica expropiación —forzosa y sin indemnización— por parte del obispado de Oviedo de una parte de los derechos feudales de los Villaamil de la casa solariega.

Los Villaamil habían fundado y edificado la iglesia de Serantes en el s. XII, y además descendían y eran herederos de Tructinio Feliz, que varios siglos antes había fundado un monasterio de herederos que más tarde dio lugar a la iglesia parroquial. Este era el origen de los derechos de los Villaamil sobre los diezmos y el derecho de presentación de la iglesia de Serantes. Aunque es posible que el monasterio de Corias también tuviera parte de estos derechos desde el s. XI hasta entonces (pues los hermanos Alvarus y Petrus Velaz realizaron donaciones al citado monasterio en 1064 y 1086, respectivamente, antes de que al menos Petrus ingresara como monje); de modo que también es posible que los derechos otorgados por el obispado de Oviedo a los Osorio en el s. XIV sobre los diezmos y el derecho de presentación de la iglesia de Serantes se realizaran, al menos en parte, también en detrimento de derechos que pudiera haber tenido el monasterio de Corias hasta entonces.

En 1575 Felipe II inicia un proceso de desamortización de señoríos eclesiásticos para hacer frente a la bancarrota del estado provocada por los gastos de la batalla de Lepanto contra los turcos y las guerras de Flandes contra los protestantes, conforme a la bula de 6 de abril de 1574 del papa Gregorio XIII. El señorío eclesiástico del concejo de Castropol fue el bien de mayor entidad y valor económico desamortizado en Asturias. Fue vendido entre 1579 y 1584 por feligresías, cada una de las cuales fue comprada por sus propios habitantes, que quedaron de este modo redimidos de la dominación feudal del obispado de Oviedo. Con excepción de Figueras, que no se redimió del poder feudal de la familia Pardo de Donlebún hasta 1775. La redención de la parroquia de Se­­ran­tes fue encabezada en 1579 por el en­ton­ces titular de la casa solariega, Fernando Alvarez de Vi­llaa­mil y Bolaño. 

Por tanto, el feudalismo perduró formalmente en la comarca hasta casi finales del s. XVI (y en el caso de Figueras hasta finales del s. XVIII). Si bien desde varios siglos antes estaba ya prácticamente reducido al cobro de diezmos e impuestos señoriales. Una parte importante de estos impuestos no terminaban en poder del obispado de Oviedo, sino en la baja nobleza local que era quien realmente se ocupaba de recaudarlos en cada parroquia o feligresía.

El segundo dato sobre el declive de los Villaamil correponde al s. XVI o XVII. Cuando un visitador enviado por el obispado de Oviedo hizo destrtuir el sepulcro de la Piedra del Conde de la iglesia de Serantes. Se trataba de una sepultura datable entre los siglos X y XII y en la que estaba enterrado uno de los condes del Honor del Suarón anteriores a la donación de 1154 (en la que Alfonso VII donaba al obispado de Oviedo el Honor del Suarón y el castillo del Suarón de Presno) que eran antepasados de los Villaamil. Tanto la destrucción del sepulcro de sus ancestros como el hecho de que no se conozca reacción alguna por parte de los Villaamil de la casa solariega, evidencian una clara decadencia del poder de la familia.

El tercer dato sobre el decaimiento de la familia Villaamil procede del proceso de admisión de Diego de Vivero y Navia y de Francisco Cale y Castro en el elitista Colegio de Fonseca de Santiago de Compostela respectivamente en 1655 y en 1658. Este colegio sólo admitía a estudiantes de nobleza contrastada. Y en sus alegatos de nobleza ambos aspirantes adujeron su condición de descendientes de los Villaamil de la casa solariega. Para contrastar dichos alegatos de nobleza visitaron la casa solariega Bartolomé Gómez de Neyra, maestro del Colegio de Fonseca, para el primero de ellos y Jacinto Basanta para el segundo; y se entrevistaron con José Antonio Villaamil y Bolaño (¿?-1684), que era el señor de la casa solariega en aquel momento. El informe que redactó Jacinto Basanta realiza una descripción bastante dura del mal estado en que encontró la casa solariega en 1658.

El cuarto dato sobre el declive de los Villaamil procede de las genealogías publicadas por José Manuel Trelles y por Miguel García Teijeiro. En 1684 falleció José Antonio Villaamil y Bolaño. A su hijo Bartolomé Juan Villaamil y Bolaño (1669-¿?) le correspondía heredar la casa y el mayorazgo, pero nunca llegó a tomar posesión de su herencia ya que había emigrado a Las Indias. Por lo que la casa quedó bajo la administración de su hermano Pedro Lorenzo Villaamil y Bolaño (1672-después de 1716). Posteriormente, un hijo de Bartolomé Juan Villaamil y Bolaño llamado Antonio José Villaamil y Aguilera regresó a España en el s. XVIII; y, según Trelles y García Teijeiro, tras pleitear con sus tíos tomó posesión de la casa, que encontró decaída por abandono respecto a su antigua opulencia y grandeza.

Lo cierto que el ejercicio de los privilegios feudales no terminó en el s. XVI con la desamoritización de Felipe II del señorío eclesiástico del obispado de Oviedo. Ya que el cobro de diezmos y su reparto entre la baja nobleza (los titulares del derecho de presentación en cada parroquia) continuó al menos hasta el s. XVIII. Según las respuestas al Catastro del Marqués de la Ensenada redactadas en 1753, los diezmos que se cobraban en la parroquia de Serantes se repartían entre una serie de beneficiarios entre los que destacan por la cuantía de sus partes Francisco Pardo de Donlebún, Vicente Pardo y Juan Gutiérrez. Este último era el marido de Francisca Javiera Villaamil, señora de la casa solariega de Villaamil.

La Ley Desvinculadora de 1820 supuso la eliminación de los mayorazgos. A partir de entonces, la propiedad de la tierra se repartió entre las diferentes ramas sucesorias, poniendo fin a los linajes terratenientes de origen medieval —topolinajes— que concentraban la propiedad de la tierra y el poder económico: los Pardo de Donlebún, los Villaamil, los Cancio, los Cancio-Donlebún, los Moldes, los Abres, los Lantoira, los Presno o los Casariego. No obstante, el régimen político caciquil-conservador, basado en reminiscencias sociales del sistema feudal, perduró a una escala muy local hasta principios del s. XX apoyado en el analfabetismo rural y en el régimen histórico de propiedad de la tierra, que continuaba aún concentrada en pocas manos.

El final del linaje de los Villaamil de la casa solariega viene marcado por Fermín Villaamil Cancio (1820-1895) —V-24—, persona de fuertes y radicales ideas republicanas. Militó en el Partido Demócrata Posibilista de Emilio Castelar. Se desentendió de su familia y arruinó todo el patrimonio familiar en interminables pleitos y en una agitada vida política.

Hacia 1905 surgió en Castropol un movimiento político denominado Partido Independiente de Castropol, popularmente conocido como partido novo (por oposición al partido veyo de los conservadores), que se propuso desterrar el sistema caciquil entonces imperante y enarboló el estandarte de la regeneración política y cívica del occidente de Asturias. El referente político del partido novo era Melquíades Álvarez, en cuyo Partido Reformista acabaría integrándose. El partido estaba encabezado por Vicente Loriente Acevedo, junto a Claudio Luanco, Inocencio Pardo y Jesús Villaamil Lastra (1841-1912) —LN-8— del Palacio de las Nogueiras. Jesús Villaamil tuvo una importante participación en este partido, con el que en 1905 fue elegido concejal y en noviembre de 1909 alcalde de Castropol. Cargo que sólo ostentó unos meses hasta enero de 1910. Pese al poco tiempo que fue alcalde, su elección tuvo una enorme transcendencia al ser la primera derrota auténtica, es decir con pérdida de poder real, del sistema caciquil-conservador imperante hasta entonces.

A lo largo del s. XX, el desarrollo y diversificación de la economía terminó de desvincular la posición económica y social de la propiedad de la tierra. Todo ello en su conjunto, supuso de manera generalizada y efectiva el final de estos topolinajes vinculados a la propiedad de la tierra.


La duración del intervalo de tiempo entre generaciones

Uno de los aspectos que más llama la atención a primera vista al ver por una parte el árbol genealógico de los Villaamil de la casa solariga, el de los Villaamil de Las Nogueiras y el de los Acevedo y por otra también el de los Cancio de Meredo y Castropol y los Cancio-Donlebún del Palacio de Casariego es la gran diferencia que hay entre unos y otros linajes en el número de generaciones existentes a lo largo del tiempo.

Lo más llamativo es que estas grandes diferencias en el número de generaciones de unos y otros linajes se mantiene a lo largo de más de 500 años. Lo que evidencia que no se trata de un fenómeo aleatorio, sino que necesariamente tiene que ser consecuencia de factores que fueron diferentes para cada linaje y que se mantuvieran constantes durante todo ese periodo de tiempo tan largo.

La siguiente tabla muestra un cálculo del intervalo medio de tiempo entre generaciones para cada uno de los linajes mencionados.


Duración del intervalo medio de tiempo entre las sucesivas generaciones en varios linajes genealógicos de las quintas o circunscripciones de Castropol y Vegas de Bría (actuales concejos de Castropol y Tapia de Casariego) del antiguo concejo de Castropol.


El tiempo medio de unos 50 años entre generaciones sucesivas de los Villaamil del Palacio de las Nogueiras resulta anormalmente extraño por ser elevadísimo. Desconocemos las causas de este hecho, y por qué se ha mantenido durante un periodo de tiempo tan largo en la familia.


Conclusiones

El periodo de máximo poder de los Villaamil parece situarse entre los siglos X y XVI. Y el apogeo de este poder lo constituye sin ninguna duda el privilegio de inmunidad que en 1140 le otorgó Alfonso VII al primer Bartolomé Yáñez de Villaamil y que dos siglos después, en 1339 le confirmó Alfonso XI a Fernando Álvarez de Villaamil. Y parece que el poder feudal sobre los siervos era brutal y desmesurado entre los siglos IX y XIII en todo Asturias.

A partir del s. XII en la comarca de Entrambasaguas comenzó un progresivo fortalecimiento del poder de la iglesia en detrimento del de la nobleza. Antes del s. XII la implantación territorial de la iglesia estaba totalmente controlada por la baja nobleza rural que era propietaria de los monasterios de herederos que en los siguientes siglos se transformarían en iglesias parroquiales. La donación del Honor del Suarón al obispado de Oviedo en 1154 se podría considerar el inicio de este proceso o en cualquier caso un potente hito dentro del mismo, pues supuso una inversión de los papeles al someter totalmente a partir de entonces el poder político y social de la baja nobleza rural al poder feudal del obispado de Oviedo. Aunque no obstante, los obispos de Oviedo mantuvieron durante unos dos siglos más la encomienda del Honor del Suarón y del castillo del Suarón de Presno al mismo linaje feudal que lo ostentaba anteriormente y que eran parientes de los Villaamil.

A partir del s. XIV los Villaamil quedan claramente en un segundo plano frente al poder de la familia Osorio (más adelante marqueses de Astorga) tanto a un nivel comarcal (en el antiguo concejo de Castropol) como a un nivel local (en Serantes). Y desde 1537 frente a los Donlebún, que habían comprado al conde de Altamira (quien se los había comprado a su vez unos meses antes al marqués de Astorga) el coto de Figueras junto con otros bienes que incluían su parte del derecho de presentación y de los diezmos de la parroquia de Serantes, e instituyeron el señorío de los Pardo en Figueras.

En el s. XVI, concretamente entre 1523 y 1560, los Villaamil de la casa solariega ocupaban importantes cargos municipales del concejo de Castropol. No existe información anterior a 1523 sobre los cargos municipales en el concejo de Castropol. Es muy probable que en los siglos XIII, XIV y/o XV los Villaamil de la casa solariega ya hubieran ocupado cargos municipales.

El hecho de que en 1339 Fernando Álvarez de Villaamil hubiera conseguido que el rey le convalidase su privilegio de inmunidad implica necesariamente que tuvo acceso al rey, o al menos a personas muy influyentes en la corte. Es posible que los Villaamil de la casa solariega hubieran ostentado también cargos en la corte de Castilla en los siglos XIII, XIV y/o XV.  

En el siglo XVI desaparece formalmente el feudalismo en la comarca, con la desamortización del señorío eclesiástico del concejo de Castropol (aunque el señorío de los Pardo en Figueras duró hasta 1775). Sin embargo, algunos privilegios señoriales persistieron, como el sistema de recaudación de diezmos y su reparto entre la baja nobleza de cada parroquia.

Parece patente que en el siglo XVII el poder y la situación económica de la familia Villaamil se había reducido de forma muy considerable. Y que en el s. XVIII la casa solariega se encontraba en bastante mal estado. Si bien las respuestas al Catastro del Marqués de la Ensenada muestran que en 1753 aún se seguían repartiendo los diezmos recaudados en la parroquia de Serantes y que a los Villaamil de la casa solariega les correspondía una parte de la recaudación.

El s. XIX supuso el final definitivo del linaje señorial de los Villaamil de la casa solariega. El reconocimiento de la condición de ciudadano a partir de la constitución de Cádiz de 1812 terminó formalmente con los señoríos, los diezmos y los privilegios nobiliarios que aún persistían. Y la Ley Desvinculadora de 1820 terminó con todos los mayorazgos familiares procedentes de la Edad Media.

No obstante, el régimen político caciquil-conservador perduró a una escala muy local hasta comienzos del s. XX. Y los Villaamil del Palacio de las Nogueiras, los Cancio del Palacio de las Cuatro Torres de Castropol y los descendientes del Villaamil de la casa solariega lucharon políticamente contra ese sistema en el Ayuntamiento de Castropol y en la diputación provincial a través del Partido Independiente de Castropol y más tarde en el Partido Reformista de Vicente Loriente y Melquíades Álvarez. Este partido reformista y regenerador, conocido como partido novo, se opuso y trató de reformar el sistema caciquil-conservador imperante hasta entonces.

 

Fuentes bibliográficas

  • Fernández Suárez, Jesús. 2015. «De Entrambasaguas a la Puebla de Castropol». KRK Ediciones.
  • Fernández de Luanco, José Ramón. 1882. «Documentos históricos de Asturias». Se consultó la edición facsímil publicada en 2019 por la Fundación Ría del Eo. Se trata de una recopilación de documentos históricos del antiguo concejo de Castropol. ISBN 978-84-8053-964-7. 
  • García Teijeiro, Miguel. 1912 «Genealogía y heráldica. Casa solar de Villaamil». Artículo publicado en un número extraordinario del periódico Castropol dedicado a Fernando Villaamil.
  • López-Cotarelo García de Diego, Andrés. 2019. «Condes, tenentes y encomenderos del Honor del Suarón». La Vega: publicación bimestral de información histórica del concejo de Vegadeo, Nº. 121, págs. 20-25.
  • López-Cotarelo Villaamil, Antonio y Lino. 2005. «En torno a la parroquia de Serantes». Artículo publicado en el libro «Historia de Tapia a través de sus calles. Tomo III.» Ayuntamiento de Tapia de Casariego, Ediciones Nobel. Oviedo.
  • Pérez de Castro Pérez, Ramona y Santos M. Coronas González. 2018. «El ordenamiento del Honor del Suarón, la Tierra de Ribadeo y el Concejo de Castropol (Edades Media y Moderna). Discurso leído por la autora en el acto de su solemne recepción académica el día 3 de mayo de 2018. Contestación por el Ilmo. Sr. D. Santos Coronas González». Real Instituto de Estudios Asturianos. Oviedo, 2018. ISBN: 978-84-949602-2-2.
  • Reilly, Bernard.  «The conquest of Christian and Muslim Spain 1031-1157». Se consultó la traducción al español publicada con el título «Reconquista y repoblación de la Península» dirigida por John Lynch. El País, S. L. 2007. 
  • Trelles Villademoros, José Manuel. 1736-1739. «Asturias ilustrada». Madrid. La publicación contiene una genealogía de la familia Villaamil de la casa solariega y otra de los Acevedo.
 
 

Todos los derechos reservados. All rights reserved.